Descripción: La hermanastra y yo, jóvenes y calientes, nos cansamos de nuestra rutina. Ideamos un juego para darle sabor a las cosas, un juego de striptease. Se nos quitó la ropa, las manos vagaban, las bocas sabían y los gemidos llenaban la habitación.Nuestro juego se había convertido en una follada salvaje y apasionada.